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Identidad de Jesús

Unos creen que el Jesús histórico fue Dios encarnado. Otros, que solo fue un profeta. En Juan 1:1 se dice que en el principio ya existía la Palabra, la cual estaba con Dios y era Dios. Estar con Dios y ser Dios son, desde luego, cosas distintas, y constituyen una contradicción cuando se las atribuye a una misma persona y al mismo tiempo. Sin embargo, esta contradicción se desvanece si se entiende que solo en el principio de los tiempos la Palabra era parte de Dios, y que después solo estaba con Dios.  Lo primero fue fusión, lo segundo s inmediación.

Por otra parte, las expresiones de Jesús durante su vida terrestre son coherentes con esa segunda etapa, la de inmediación. En efecto, nunca dijo que fuera Dios encarnado. Lo que sí dijo es que era hijo de Dios, incluso, y más frecuentemente, que era hijo del hombre.

Por lo tanto, los que visualizamos la identidad de Jesús, unos como Dios y otros como profeta, podríamos estar todos acertados en el marco de esa secuencia temporal. Por mi parte opino, en base al evangelio de Juan y de las expresiones del propio Jesús, que es razonable pensar en su identidad en términos de esa secuencia: primero fusión, después inmediación, primero  Dios mismo, después profeta enviado de Dios, pero no un profeta más, sino el más grande de todos.

Publicado enFilosofía y Religión

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